Secretariado P. J. Kentenich Santuario de San Isidro

Blog con contenidos de la Vida y Obra del Padre J. Kentenich

martes, 15 de mayo de 2018

UN NUEVO ACTO DE ENVIO

La plática del 31 de Mayo de 1949

Cuando se trató de dilucidar el contenido de la Misión del 31 de Mayo, el P. Kentenich indicó que se debía recurrir al texto de la plática que él pronunció ese día y a la tradición viva de la Familia de Schoenstatt en Chile.

Santo es este lugar

Inicia la plática con una declaración solemne: "Santo es este lugar", refiriéndose a la elección de aquellos que María elige, sobre cuyos débiles hombros se impondrán santas tareas.
Es como si el ambiente del hogar nos rodeara en estos momentos, como si ángeles estuviesen en "medio de nosotros y nos dijesen: "¡Quítate el calzado, porque el lugar que pisas es tierra santa!" (Ex 3,5) Sí santo es este lugar y quiere hacerse más y más santo; tierra santa es ésta, porque la Santísima Virgen ha escogido este terruño; tierra santa, porque en el transcurso de los años, de los decenios y de los siglos, desde este lugar surgirán,crecerán, y trabajarán fecundamente hombres santos. Éste es un lugar santo, finalmente, porque desde aquí deberán imponerse santas tareas, es decir, tareas que santifican, sobre débiles hombros.

Una corriente de retorno

Ya al inicio  de su plática   menciona el P. Kentenich lo que más tarde, en la Carta a Monseñor Schmitz, llamará "cambio de circulación de sangre" al interior de la Familia de Schoenstatt.
Él había llegado al convencimiento de que la Santísima Virgen tenía planes especiales para su nuevo santuario y, con él, para los santuarios filiales. Desde ellos debía brotar una fuerte corriente de gracias, de ideas y de vida; una corriente de retorno hacia el Schoenstatt de origen y una contracorriente frente al colectivismo mecanicista.
De esta forma , desde el santuario Cénaculo de Bellavista, el P. Kentenich anuncia proféticamente
su llamado a emprender una cruzada contra el mecanicismo. Se trata de una corriente de gracias destinada a llevar abundantes bendiciones al santuario original.
Desde hoy así me parece tenemos que cuidar que, desde aquí , el nuevo Schoenstatt encuentre su camino de retorno hacia el Schoenstatt de origen. El torrente de gracias, que vino desde allá en la plenitud de la Tercera Acta de Fundación y que sigue derramándose, quiere volver a la fuente primitiva llevándole abundante bendición. Éste es seguramente el profundo sentido de esta celebración. Ella tiene un doble carácter: de obsequio feliz y de pesada misión.

Acepta una pesada carga 

Señala que está emprendiendo una misión de extraordinaria importancia para el destino de la Iglesia y de Occidente. Se trata de un nuevo envío: "a partir de este día".
Declara que es un honor poder ayudar a la Santísima Virgen a que ella pueda realizar su misión.
La trascendencia de la misión es enorme: ganar una poderosa influencia en los destinos de la Iglesia en el espacio cultural de Occidente.

Intercambio de desvalimiento,
disponibilidad y fidelidad.

Tanto la Virgen María como nuestro Padre están desvalidos ante la gran tarea. La Santísima Virgen necesita de instrumentos que le ayuden e igualmente los instrumentos sienten su pequeñez. Por eso el intercambio entre ella y nosotros.

...Llama la atención el profundo amor de nuestro Padre por María. Entre ambos existe una alianza de amor extraordinariamente cálida. En virtud de esta alianza, el Padre no sólo está ligado personalmente a la Santísima Virgen, sino que también se siente responsable por su misión.

La lucha personal en su juventud

El contenido de la misión que se le confía echa sus raíces en su propia historia personal. Él pudo experimentar profundamente la enfermedad que aqueja al hombre actual, pero también pudo experimentar abundantemente la sanación.
Todo es un don extraordinariamente grande que me ha regalado Dios: la mentalidad orgánica opuesta a la mentalidad mecanicista . Ésta fue una lucha personal de mi juventud. Dios me hizo vivir la lucha que hoy conmueve a Occidente hasta en sus raíces más profundas. Porque él me dio una inteligencia clara, tuve que pasar durante años por pruebas de fe. Lo que guardó mi fe durante todos esos años, fue un amor hondo y sencillo a María. El amor a María regala siempre, de por sí, esta manera de pensar orgánica.

Necesidad de derrumbar el muro del mecanicismo.

Cultivar un modo de pensar, amar y vivir orgánicos, condiciona esencialmente la vitalidad de la fe.
Ello supone vencer el mecanicismo. Esto es lo que el P. Kentenich quiere hacer ver en su respuesta a los obispos.
Señala nuevamente que este intento puede acarrear consigo graves consecuencias para él y la Familia: Misión de profeta implica suerte de profeta.

Impulsar una contracorriente

El P. Kentenich muestra cómo  Occidente camina hacia un precipicio. Su actitud no es tremendista ni pesimista. Él está animado por un realismo que detecta un derrumbe, pero, al mismo tiempo,está lleno de esperanza: está convencido de que Dios está actuando y que nosotros estamos llamados a cooperar con él.
Ante la necesidad de vencer el mecanicismo, el P. Kentenich recurre a los santuarios filiales, a fin de que éstos acudan en ayuda del santuario original. El paso que está dando, afirma, se asemeja al que dio el 20 de Enero de 1942. Se siente como David frente a Goliat.

Ella me pidió que yo le entregase todo

Si la Virgen nos necesita, entonces, dice el padre fundador, le entregamos todo: es un honor para nosotros poder ayudarla.

María nos regala su poder y su fidelidad

María es fiel. Ella nos ofrece su poder de educadora. Nos confiamos enteramente a ella y eso infunde paz en nuestra alma.


Mater perfectam habebit curam!

El P. Kentenich estaba profundamente convencido de que, si nos esforzábamos por tirar del carro de triunfo de la Santísima Virgen, ella cuidaría de nosotros y de su Obra, y la guiaría victoriosamente a través de las tormentas del tiempo.
Proclama así dos lemas que deben conducirnos en la lucha: Se trata de tu causa! ¡Glorifícate! ¡ se trata de tu misión, de tu tarea, ahora, por tanto, glorifícate tú y tu Obra!
La segunda consigna dice: ¡La Madre cuidará perfectamente!


En el otro, con el otro, para el otro

El núcleo de la misión toca de lleno la vivencia del Jardín de María, de la unidad de destinos entre el Padre y los suyos, lo que significó el 20 de Enero. La espiritualidad y pedagogía que se probó en el segundo hito de la historia de Schoenstatt, deben ahora traducirse y entregarse en forma análoga, en la pastoral y vida de la Iglesia.
Vencer la mentalidad mecanicista significa positivamente instaurar el organismo de vinculaciones, el pensar, amar y vivir orgánico. Esto es lo que el P. Kentenich defiende y proclama. Es lo que él está viviendo con su Familia. Por eso dice que él no quiere ser simplemente "un señalizador" en el camino: aboga por abrir el camino a una nueva forma de transmitir la fe y evangelizar, donde el encuentro de amor con Dios va acompañado y está mediatizado por el encuentro de amor en el plano humano. Esto se refleja especialmente en los párrafos finales de la plática.


del Libro :
Un Paso Audaz
El tercer hito de la Familia de Schoenstatt
P. Rafael Fernández de A.




















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