Secretariado P. J. Kentenich Santuario de San Isidro

Blog con contenidos de la Vida y Obra del Padre J. Kentenich

viernes, 15 de abril de 2016

AÑO SANTO DE LA MISERICORDIA




La Misericordia del Padre según el P. Kentenich

"Lo más importante para nosotros es Dios: el Padre y su amor misericordioso. Como venimos enseñando desde el comienzo de la historia de nuestra Familia, Dios no nos ama porque nosotros seamos buenos y nos hayamos portado bien, sino precisa-mente porque es nuestro Padre.

Porque su amor misericordioso fluye con más riqueza hacia nosotros cuando aceptamos con alegría nuestros límites, nuestras debilidades y miserias,porque las consideramos como razón esencial para que su corazón se abra y nos compenetre su amor.

Por eso, en lo sucesivo, y más que nunca, reconoceremos tener ante Dios dos derechos: su infinita misericordia y nuestra miseria insondable." 
(Carta de Navidad 1965)



La educación del P. José Kentenich

Año 1894

Despedida de Gymnich

....La abuela había envejecido, se tornaban apremiantes la manutención de la familia. A Katharina se le ofrece un trabajo fijo y con salario en una casa de Familia, pero debía trabajar todo el día. Henriette había finalizado su escuela y abandona la casa de los abuelos, acompañando a Katharina para aprender. ¿ Y que pasa con el niño?
En su preocupación, la madre le pide consejo a su confesor el P. Savels, por cuya mediación había conseguido su puesto de trabajo.
El P. Savels tenía contactos con el orfanato de Oberhausen y se había enterado de que en Pascua, exactamente el 9 de abril de 1894, se inauguraría  allí una escuela  que contaría con maestros competentes de la ciudad.
El orfanato había sido fundado  por él en 1882. En un primer momento el P. Savels había recogido niños de la calle, o bien los había alojado en la casa parroquial. 
El P. Savels le ofreció a Katharina una vacante para su hijo.
La madre se debatía interiormente. Le resultaba sumamente difícil  entregar a su único hijo. Hubo de pasar casi un año hasta que se decidiera a seguir el consejo de su confesor.
En años posteriores, cuando el P. Kentenich rememoraba el episodio, se advertía claramente si intima solidaridad con el dolor de la madre. Relataba sobre la madre que, había vivido antes en una situación relativamente buena, pero que repentinamente, por circunstancias desfavorables, se había visto obligada a enviar a su hijo al orfanato. Problemas familiares obligaron a su madre, dice en otro pasaje, y agravaron su angustia y preocupación.
La ida al orfanato fue una dolorosa experiencia en su infancia.
El 12 de Abril de 1894  Katharina llevó a su hijo al Orfanato de San Vicente. Los acompaña Henriette, su prima.
José tomó entonces mayor conciencia de su propia situación  y sus consecuencias.
 Oberhausen era una ciudad industrial en rápido desarrollo.
 El P.  Savels continuó desarrollando infatigablemente sus obras de caridad y su labor social en la parroquia de los Santos Apóstoles, en Colonia.
También el P. J.  Kentenich tuvo en el P. Savels un modelo de sacerdote,sobre todo de confesor. Hasta su muerte en 1915 el P. J. Kentenich mantuvo correspondencia epistolar con él.
 El P. Kentenich en el orfanato encuentra algo que le resulta familiar; en casi todos los rincones había una imagen de un santo, una cruz o una estatua con flores.
La casa estaba impregnada en una religiosidad cercana a su corazón.


UNA VIVENCIA CLAVE


Ese 12 de abril de 1894 , antes de despedirse , Katharina y José van a la capilla.
Buscan amparo ente la imagen de la Ssma Virgen. En su angustia, Katharina se dirige a la Madre del Señor.
Le confía y consagra lo que más quiere : su hijo.
Tiene que haber rezado en voz alta , porque más tarde José guardara un vivido recuerdo de la escena. José sigue el acontecimiento con gran atención.
En medio de la dolorosa despedida , ocurre algo que lo impresiona al punto de que años más tarde rememorará una y otra vez esa consagración.

Según todas las declaraciones autobiográficas de José, la consagración a la Sma. Virgen del 12 de abril de 1894  constituye un hecho clave que dejó una impronta profunda y duradera en su alma y fue materia de reflexión durante toda su vida. 
El P. José Kentenich siendo director espiritual dice a los jóvenes:
"Hace varios años vi en la capilla de un orfanato una estatua de la Sma. Virgen. De su cuello colgaba una cadenita de oro con una cruz. Cadena y cruz eran el recuerdo de primera comunión de una madre que tuvo que dejar a su único hijo en un orfanato, a consecuencia de una situación familiar difícil . Ya no podía seguir siendo una madre para su hijo. ¿ Qué hacer en medio de su angustia y preocupación? Tomó el único y valioso recuerdo de su infancia  y colocó dicha cadenita en el cuello de la Sma Virgen, pidiéndole  fervorosamente: "Educa tú a mi hijo; sé para él una verdadera madre:cumple tú en mi lugar los deberes de madre".
Sabiendo cómo sus alumnos , internos, echaban de menos a su madre, y solidarizándose con ellos, J.Kentenich continúa :
¿Acaso no nos recuerda este episodio la dura despedida de nuestra madre?
Desde aquel momento quedó grabado en su corazón que la Sma. Virgen era su madre. Al asumir su primera tarea pedagógica , le transmite enseguida a sus educandos esa realidad.
Katharina le pide a la Sma. Virgen con el amor de una madre... educa tú a mi hijo.
Y a modo de obsequio, le ofrenda su único recuerdo valioso.

El P. J. Kentenich a los 25 años de su ordenación dice: 
"Ella me formó y educó personalmente desde mis nueve años de edad....Al echar una mirada restropectiva les digo que no conozco ninguna persona que haya ejercido una influencia profunda sobre mi desarrollo"....

El P. Kentenich comentó un cuadro en el cual se observa a un muchachito que ofrece su corazón a la Sma. Virgen y recibe de ella, a cambio, un corazón llameante. Dijo que él era ese muchachito que con nueve años obsequió su corazón a la Sma. Virgen y que por entonces selló  en su corazón la Alianza de Amor con la Sma. Virgen
Guardó ese secreto en su corazón, hasta el 18 de octubre de 1914
 Dijo el P. J. Kentenich: Para mí fue un acontecimiento tan profundo que no se puede expresar con palabras.

"Mi inseguridad se pone entonces en las manos más seguras que uno pueda imaginarse: en la manos de la Madre y, de ese modo, en las manos de Dios".
Por eso no asombra que siendo joven seminarista, y luego neosacerdote, vuelva a visitar el orfanato y la capilla de la casa donde se encuentra la imagen de la Sma. Virgen.
Por un lado, es consciente de que el orfanato le abrió el camino hacia el sacerdocio.
Por otro, allí tuvo lugar ese acontecimiento que jamás olvidará y por el cual explicaba su fecundidad sacerdotal: Lo que se ha gestado, lo que ha gestado através de mí...se lo debo a la querida Madre de Dios.



del libro:
Los años ocultos
Padre José Kentenich
Infancia y Juventud (1885- 1910)

Dorothea M. Schlickmann