MAS CERCANO QUE NUNCA
La Virgen se lo llevò después de haber celebrado Misa, por primera vez, en la Iglesia de Adoración; la Iglesia consagrada a la Santísima Trinidad, que se levanta sobre el monte de Schoenstatt y cuya construcción había sido prometida a la Virgen en 1946, como prenda por la protección de Schoenstatt durante la guerra.
El Padre Fundador celebrò su primera Misa allí, el 15 de setiembre de 1968, en la fiesta de Nuestra Señora de los siete dolores, dolores que él había compartido muy íntimamente a lo largo de su vida ya que todos sus sufrimientos habían sido únicamente por ella, por la misión de Marìa frente a la Iglesia y al mundo del futuro.
Por la Santísima Virgen, el Padre fundador había sufrido calumnias del mismo tipo que sufrió ella. Como ella, gustò también las amarguras del destierro. La Santísima Virgen se lo llevò al terminar la Misa, cuando se acababa de quitar los ornamentos en la sacristía. Murió a causa de un ataque al corazón, en forma casi instantánea y en medio de una paz extraordinaria.
Esta fue su historia. Tal vez podría decirse que con su muerte comienza todavía una séptima etapa en el crecimiento de su paternidad: la etapa de la paternidad eternizada. Es algo que ha sentido toda la Familia;
que desde que el Padre fundador murió , lejos de haberse hecho màs distante, su persona se ha vuelto mucho màs cercana. La intimidad con el ha crecido, a pesar de estar él en el cielo; y la Familia siente, cada vez màs , que recibe gracias especiales en la medida que se une a él; que él sigue siendo fuente de gracias desde el cielo; que los destinos de todos sus hijos están atados al suyo , también después de su muerte; y que el Padre fundador quiere devolver, desde el cielo, con amor y fidelidad que la Familia le ha tenido. El bendice al que se le entrega, al que de da cariño de hijo. El bendice en forma extraordinaria, porque ahora està màs cerca de la Santísima Virgen que nunca y le "tironear del manto" con mucho màs fuerza y rapidez que lo que lo hacia cuando estaba aquí en la tierra.
Por eso, pidamos a la Santísima Virgen que nos dè esta gracia de un profundo contacto filial con el; pidàmosle que nos permita sentir que Dios nos quiere en unidad de vida con él, que la vida del Padre fundador tiene que hacerse nuestra, para que podamos dar su espíritu a la Iglesia y al mundo del mañana y convertirnos en hombres forjadores de historia, como él lo fue.
Por eso, pidamos a la Santísima Virgen que nos dè esta gracia de un profundo contacto filial con el; pidàmosle que nos permita sentir que Dios nos quiere en unidad de vida con él, que la vida del Padre fundador tiene que hacerse nuestra, para que podamos dar su espíritu a la Iglesia y al mundo del mañana y convertirnos en hombres forjadores de historia, como él lo fue.
DILEXIT ECCLESIAM
"AMÒ A LA IGLESIA"
(15-09-1968 - 15-09-2016)
No hay comentarios:
Publicar un comentario