Secretariado P. J. Kentenich Santuario de San Isidro

Blog con contenidos de la Vida y Obra del Padre J. Kentenich

lunes, 30 de abril de 2018

Anécdotas y Reflexiones sobre la vida del Padre Jose Kentenich

AÑO DEL PADRE JOSÉ KENTENICH
(1968-2018)


PLENAMENTE HUMANO

......Los que conocieron al Padre Kentenich dicen de él algo similar. Constantemente repetía que la santidad verdadera se debe demostrar en la vida de todos los días, sobre todo en la relación con el prójimo y en la plasmación de los altos ideales en las cosas pequeñas. Él no era ni un romántico sentimental ni un soñador que construye castillos en el aire. Como sabio educador conducía a sus educandos hacia una ubicada visión de la realidad. Su gran capacidad intelectual, unida a las gracias con las que Dios lo asistía, hacían de él una persona que se destacaba entre los demás justamente por haber logrado en su propia vida, en forma magistral,esta síntesis entre ideales y realidad.
Un colaborador directo del Padre Kentenich que estuvo preso con él en el campo de concentración, el P. Fischer, en una oportunidad fue muy maltratado en la calle principal del campo. Los compañeros de prisión observaron que el Padre, que había visto el episodio desde la ventana de la barraca, no dijo nada acerca de ello, pero a su regreso de Dachau comentó: "Todas esas cosas las he sufrido en carne propia".
Así de cercano se nos mostraba él en cada circunstancia . Portador de un sano realismo, de una gran nobleza de espíritu y una gran capacidad de trabajo, vivía en cada momento regalando amor al prójimo e irradiando alegría salpicada no pocas veces de un delicado humor.


AMIGO DE TODOS LOS HOMBRES


....El amor al prójimo incluye esencialmente lo que San Francisco de Sales denominaba "pequeñas virtudes". El Padre Kentenich usaba a menudo esta expresión que concretiza el amor a los demás y lo integra en el actuar cotidiano del hombre.
A estas virtudes se las llama "pequeñas" porque son apenas notorias; sin embargo, son de mucho valor a los ojos de Dios y de gran importancia para la convivencia humana ya que son virtudes sociales. 
Al Padre Kentenich también le importaban. Solía decir que ellas deben integrar toda personalidad auténtica; pero a su vez agregaba otras que incluso elevaba al plano religioso:

  • discernir lo acertado de la opinión ajena.
  • disimular las torpezas y faltas de los demás.
  • sufrir y alegrarse con los otros; porque lo primero disminuye el sufrimiento y los segundo aumenta la alegría.
  • reconocer sinceramente una falta cometida.
  • hacer favores al que me resulta antipático.
  • adelantarse a los deseos del otro.


El no sólo hablaba de ellas sino que las practicaba. Un prisionero de Dachau que remendaba jergones junto con él, comentó: "Si alguien necesitaba una tijera, el Padre Kentenich era el primero en notarlo y en alcanzársela. Si sa caía una aguja de coser, era él - el mayor de entre nosotros - el primero en agacharse y recogerla."
En las actas de los testigos que se presentaron en el proceso de canonización puede leerse:
"Su modo de caminar, de parase y de sentarse nunca eran negligentes ni descuidados; al contrario, siempre disciplinados y armónicos. Era completamente dueño de sí mismo, también en los días en que el trabajo lo extenuaba... El mismo dijo que no hubiese sido capaz de soportar los rigores del campo de concentración, si antes no hubiese impuesto la disciplina de un estilo de vida austero.


PORTADOR DE ALEGRÍA

El Padre Kentenich cultivó y valoró la alegría porque sin ella el hombre no es armónico ni pleno.
El Padre Kentenich hablaba muchas veces del valor pedagógico de la alegría, solía exhortarnos a crear ambiente donde reinara una atmósfera de alegría acogedora.
El que practica la alegría como actitud fundamental en su vida,posee la llave para abrir los corazones de los hombres..
El Padre Kentenich anhelaba que cada familia y cada comunidad fuera un "jardín de alegría", porque Dios, por ser el Dios del Amor, es también el Dios de una alegría constante. Proclamaba que la alegría es un don del Espíritu Santo.
Una persona que visitó al Padre Kentenich en Milwaukee, comentó más tarde:
"¡ Qué alegría tiene ese Padre! Siempre está de buen humor. Su alegría surge del corazón y va impregnando cada acontecimiento de su vida. Se lo ve siempre con una sonrisa y con ganas de hacer bromas. ¡ Y cómo atrae a los niños! En su trato con ellos se manifiesta de un modo especial esa alegría contagiosa!

Oración escrita por el Padre J. Kentenich a la Ssma Virgen:

"Querida Madre:
Tú eres la única persona auténticamente humana. Al crearte, Dios nos regaló, en vistas a s u Hijo, una imagen del hombre tal como Él desde siempre lo había pensado, un hombre armónico y equilibrado. Tú eres el concepto incorrupto de la esencia y grandeza de lo auténticamente humano. ¡Que alegría poder tenerte como modelo!"


SU EUCARISTÍA DIARIA, EL GRAN ENCUENTRO CON DIOS

Para el Padre Kentenich la Santa Misa era su fuente de fuerza y de luz para cada día. La consideraba el punto culminante de la filialidad, el momento en el que - con el peso de nuestra culpa - vamos con Jesús y en Él, al Padre. En 1928 agregó: "Vamos también con María, nuestra Madre", porque la Santa Misa es una renovación del Gólgota .
La celebración de la Santa Misa era para él el momento culminante del día. Quienes participaron de ella, pudieron observar con qué concentración el Padre celebraba los sagrados misterios. Se tenía la impresión de que "Dios estaba con él y él estaba con Dios"
El Padre demostró la importancia que para él tenía la Santa Misa al postergar las decisiones importantes hasta después de haberla celebrado.
Así lo hizo por ejemplo con la difícil decisión que tomó el 20 de enero de 1942 en la cárcel de Coblenza.
"Cuando está en el altar parece estar en otro mundo; sus gestos tienen alma."
Su fe heroica en el amor de Dios era la fuente de la cual brotaba su fuerza para sobrellevar valientemente la cruz. La pregunta en torno a la cual giraba su hablar, su pensar y su actuar era: ¿ qué es lo que le da- aquí y ahora - más alegría al Padre ? Y según ella se entregaba incondicionalmente a los deseos del Padre Eterno. En eso consistía para él, según sus propias palabras, la "genialidad de la ingenuidad".

Frases del Padre José Kentenich para reflexionar:

"El sufrimiento en nuestra vida es la gracia más grande."


"Si le regala continuamente su corazón a la Ssma.Virgen, saldrá airoso de todas las pruebas"


"Sea usted un milagro de confianza.".


























  


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